El otoño es la estación en la que llega el frío y el mal tiempo, los árboles caducos pierden sus hojas, los paisajes parecen melancólicos… Sin embargo, el otoño es la estación perfecta para plantar muchas bulbosas que florecerán entre el invierno y la primavera.

En general, a la hora de cultivar bulbos debemos tener en cuenta algunas cosas. Lo primero y más importante es que los bulbos deben ser de buena calidad. Deben estar duros, nunca huecos o blandos, no deben tener agujeritos, ni golpes, ni manchas. Antes de plantar, la tierra debe estar bien ahuecada y tener buen drenaje. Si el suelo se encharca con facilidad corremos el riesgo de que  nuestros bulbos se pudran antes incluso de brotar. A las bulbosas les gustan los suelos ricos en nutrientes, pero no es conveniente abonar con fertilizantes químicos. Es mejor aportar abonos orgánicos, que liberarán nutrientes lentamente en el suelo, especialmente cuando plantamos en otoño e invierno. La profundidad a la que debemos plantar los bulbos varía según la especie, pero en general se plantan muy superficialmente. Suele ser suficiente taparlos con un espesor de tierra equivalente a la altura del bulbo o incluso menor, y siempre con la punta del bulbo, por donde crecerá el brote, hacia arriba. Por último, debemos tener en cuenta las necesidades de agua. Con los bulbos siempre es preferible dar riegos cortos pero frecuentes, a regar en abundancia y que el suelo permanezca encharcado mucho tiempo, ya que su mayor enemigo es el exceso de humedad que pudrirá los bulbos y los echará a perder.

A continuación diversas especies de bulbosas que se plantan en otoño:

Bulbos de Otoño (II): Jacintos

Bulbos de Otoño (III): Allium

Bulbos de Otoño (IV): Muscari

Ababoles

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